El contaminante silencioso: ruido

Es pura lógica, cuando un sonido se convierte en algo molesto se convierte en ruido. A diario estamos rodeados y quizás estemos demasiado acostumbrados a convivir con él. Tráfico, obras, ocio, televisiones, radios, música… los decibelios excesivos ya forman parte de nuestro ecosistema.

Pero… ¿qué ocurre cuando los sufrimos desde nuestro propio hogar? Lo cierto, es que es difícil conocer a alguien que pueda afirmar que vive en una vivienda silenciosa y con un nivel de aislamiento acústico adecuado.
Aprovechando la reciente celebración del Día Mundial sin ruido, aquí van algunos datos conocidos sobre el panorama español… Nuestras ciudades más ruidosas son Cáceres y Badajoz, seguidas por La Coruña, Castellón, Barcelona, Málaga o Bilbao. Y se calcula que en nuestro país más de 9 millones de personas estamos expuestos a niveles de ruido superiores.
La protección frente al ruido no es un capricho cuando afecta, en la mayoría de las ocasiones, silenciosamente a nuestra salud. Puede provocar cambios en nuestra frecuencia cardíaca, alterar el sueño y provocar ansiedad.

Ya hay numerosas entidades que intentan fomentar medidas para combatirlo. Desde la elaboración de mapas de ruido hasta el impulso de modelos de movilidad que fomenten el uso de modos más sostenibles, menos contaminantes y con menor nivel de ruido -vehículos eléctricos, tranvías, bicicleta, movilidad a pie-. Los esfuerzos son cada vez mayores, por parte de todos los agentes, para cuantificar el problema y generar soluciones. Se podría decir que el ruido ya es una preocupación incorporada en las hojas de ruta de las Administraciones públicas, en mayor o menor medida.

¿Qué os parecería lanzar un reto? Al igual que cuando se aprobó el Real Decreto 235/2013, que regulaba la certificación de la eficiencia energética de los edificios, y esto permitió visibilizar y sensibilizar sobre cuestiones tangibles e intangibles como la mejora del confort, la calidad de vida o la protección de la salud, ¿por qué no proponer una regulación que certifique los niveles de protección de una vivienda frente al ruido?
¿Y si fuera a través de una etiqueta? De esta manera, toda vivienda que estuviera en venta o alquiler, debería disponer de una análoga a la etiqueta de eficiencia energética, visibilizando esta importante característica ¿Verdad que le daríamos un gran valor?

Contar con unas ventanas que aíslen acústicamente tu casa es bueno y parte muy importante de la posible solución. Los sistemas Zendow#neo Premium de Deceuninck, garantizan el máximo aislamiento, y su buena instalación junto con un cajón de persianas Protex, multiplicaría su rendimiento acústico y térmico.

En nuestra página de Facebook te ofrecemos un test (https://goo.gl/B6n9h1) para que conozcas el nivel de confort de tu hogar, según unas sencillas preguntas… ¡Anímate a probarlo!

Aquí lanzamos esta reflexión para que, en la medida de lo posible, cada uno de nosotr@s incidamos donde podamos. Nosotros ya os hemos planteado una solución parcial: actúa sobre tus ventanas y cerramientos y ganarás en salud. Te sentirás bien y tu bolsillo te lo agradecerá.

Hasta el próximo post…
Fuentes: (fuentes propias y Deceuninck).